Lo que la ciencia no ha podido resolver en una década, lo averiguaron en tres semanas un grupo de jugadores online. En concreto, el logro de estos jugadores ha sido descubrir la estructura de un enzima que aparece en los retrovirus, la familia a la que pertenece el VIH. La hazaña ha sido posible gracias a la plataforma «FoldIt», que se traduciría por algo así como pliégalo, un juego online en el que debemos buscar la conformación tridimensional más probable para diferentes estructuras protéicas.
Las proteasas retrovirales, tienen un papel central en la maquinaria del virus. Como recordaréis de vuestras clases de microbiología, el VIH se integra en el ADN del huésped y replica su carga genética dando un ARN mensajero que sirve de molde para la síntesis de poliproteínas, finalmente estas poliproteínas son divididas por las proteasas para dar las proteínas que constituyen el virus. En este caso, los jugadores han ayudado a resolver la estructura de la proteasa M-PMV que pertenece a un retrovirus simio.
La complejidad de este tipo de problemas se debe al grado de libertad tan alto de las proteínas a la hora de empaquetarse, según los cálculos de Cyrus Levinthal en 1969, incluso adivinar la estructura de una proteína simple de cien aminoácidos por el método de prueba y error sería altamente improbable. Y el problema es que los ordenadores son muy buenos aplicando ese método de fuerza bruta como demuestra el éxito de los programas de computación distribuida al estilo de SETI@home, pero son incapaces de utilizar el razonamiento espacial. Por eso los intentos previos de desenmascarar esta proteína utilizando el programa Rosetta@home fueron un fracaso.
Pero allí donde la máquina ha fracasado, el grupo de jugadores «The Contenders» tuvo éxito. Una docena de personas de diferentes puntos del mundo que fueron capaces de dar a los investigadores una aproximación lo suficientemente buena como para que estos lograran la estructura definitiva. La relevancia de esta noticia ha sido mayor por tratarse de una prueba fehaciente del potencial de los sistemas de crowdsourcing, una tendencia en boga también llamada "ciencia ciudadana".
Si tenéis ganas de probar el juego, podéis descargarlo desde la web del proyecto Foldit y apoyaros en los consejos de este experto en el plegamiento de proteínas: