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Monitores continuos de glucosa, el próximo salto en diabetes

pancreas artificial

Evitar las complicaciones derivadas de la diabetes depende en gran medida de controlar los niveles de glucosa en sangre. El método habitual para medir estos niveles y ajustar las dosis de insulina que necesita el paciente pasa por tomar una gota de sangre de la yema de los dedos mediante una pequeña punción con una lanceta, un método poco invasivo pero indudablemente molesto.

Desde hace años se ha intentado mejorar, tanto el diseño de las bombas de insulina como las capacidades de los glucómetros. El próximo reto está en conseguir una monitorización contínua de los niveles de glucosa de forma no invasiva permitiendo la creación de páncreas artificiales efectivos, sin necesidad de pinchazos contínuos.

En 2006 leímos por primera vez sobre un método que permitía estimar los niveles de glucosa en sangre usando la luz infrarroja cercana (NIR)[1]. Este método ha seguido desarrollándose gracias al equipo de Ken Yamakoshi y otro sinfín de investigadores. Recientemente la espectroscopia fotoacústica infrarroja ha demostrado ser fiable para la medición no invasiva de la glucosa en el líquido intersticial[2].

Existen también otras líneas de investigación, desde el año 2004 veníamos leyendo artículos sobre lentillas (o lentes de contacto)  para monitorizar la glucosa de forma contínua[3].  Finalmente, hace un año Google anunció que habían financiado las investigaciones de Brian Otis y Babak Parviz sobre este producto. Pocos meses después Google llegaba el acuerdo con Novartis para fabricar y distribuir en masa las lentillas.

Por último, siguiendo la moda de los tatuajes de monitorización que ya hemos tratado varias veces, en la University of California han construído una piel electróinca que aplicando pequeñas corrientes eléctricas mediante un proceso llamado iontoforesis reversa; extráe y analiza los niveles de glucosa en el líquido intersticial[4]. Por el momento no tiene capacidad para transmitir esos datos a distancia, algo que sí habría logrado Google con su lentilla usando radiofrecuencia.

Parece que el futuro de la tecnología wearable (o ponible) va más allá de gafas y relojes inteligentes. Existe todo un campo de investigación en marcha entorno a sensores ponibles[5] que nos permitirán monitorizar la salud y la enfermedad de forma contínua. ¿Será este el próximo hype tras la impresión 3D?

  1. K. Yamakoshi and Y. Yamakoshi. "Pulse glucometry: a new approach for noninvasive blood glucose measurement using instantaneous differential near-infrared spectrophotometry", J. Biomed. Opt. 11(5), 054028 (Oct 24, 2006).
  2. Miguel A. Pleitez, Tobias Lieblein, Alexander Bauer, Oto Hertzberg, Hermann von Lilienfeld-Toal  and  Werner Mäntele. “Windowless ultrasound photoacoustic cell for in vivo mid-IR spectroscopy of human epidermis: Low interference by changes of air pressure, temperature, and humidity caused by skin contact opens the possibility for a non-invasive monitoring of glucose in the interstitial fluid”, Review of Scientific Instruments, 84, 084901 (2013). 
  3. Ramachandram Badugu, Joseph R. Lakowicz and Chris D. Geddes. "Ophthalmic Glucose Monitoring Using Disposable Contact Lenses—A Review". Journal of Fluorescence, Vol. 14, No. 5, Sept 2004
  4. Amay J. Bandodkar, Wenzhao Jia, Ceren Yardımcı, Xuan Wang, Julian Ramirez, and Joseph Wang. “Tattoo-Based Noninvasive Glucose Monitoring: A Proof-of-Concept Study” Analytical Chemistry 2015 87 (1), 394-398.
  5. Amay J. Bandodkar, Joseph Wang. “Non-invasive wearable electrochemical sensors: a review”. Trends in Biotechnology, Volume 32, Issue 7, July 2014, Pages 363-371, ISSN 0167-7799.

Monitores continuos de glucosa, el próximo salto en diabetes

pancreas artificial

Evitar las complicaciones derivadas de la diabetes depende en gran medida de controlar los niveles de glucosa en sangre. El método habitual para medir estos niveles y ajustar las dosis de insulina que necesita el paciente pasa por tomar una gota de sangre de la yema de los dedos mediante una pequeña punción con una lanceta, un método poco invasivo pero indudablemente molesto.

Desde hace años se ha intentado mejorar, tanto el diseño de las bombas de insulina como las capacidades de los glucómetros. El próximo reto está en conseguir una monitorización contínua de los niveles de glucosa de forma no invasiva permitiendo la creación de páncreas artificiales efectivos, sin necesidad de pinchazos contínuos.

En 2006 leímos por primera vez sobre un método que permitía estimar los niveles de glucosa en sangre usando la luz infrarroja cercana (NIR)[1]. Este método ha seguido desarrollándose gracias al equipo de Ken Yamakoshi y otro sinfín de investigadores. Recientemente la espectroscopia fotoacústica infrarroja ha demostrado ser fiable para la medición no invasiva de la glucosa en el líquido intersticial[2].

Existen también otras líneas de investigación, desde el año 2004 veníamos leyendo artículos sobre lentillas (o lentes de contacto)  para monitorizar la glucosa de forma contínua[3].  Finalmente, hace un año Google anunció que habían financiado las investigaciones de Brian Otis y Babak Parviz sobre este producto. Pocos meses después Google llegaba el acuerdo con Novartis para fabricar y distribuir en masa las lentillas.

Por último, siguiendo la moda de los tatuajes de monitorización que ya hemos tratado varias veces, en la University of California han construído una piel electróinca que aplicando pequeñas corrientes eléctricas mediante un proceso llamado iontoforesis reversa; extráe y analiza los niveles de glucosa en el líquido intersticial[4]. Por el momento no tiene capacidad para transmitir esos datos a distancia, algo que sí habría logrado Google con su lentilla usando radiofrecuencia.

Parece que el futuro de la tecnología wearable (o ponible) va más allá de gafas y relojes inteligentes. Existe todo un campo de investigación en marcha entorno a sensores ponibles[5] que nos permitirán monitorizar la salud y la enfermedad de forma contínua. ¿Será este el próximo hype tras la impresión 3D?

  1. K. Yamakoshi and Y. Yamakoshi. "Pulse glucometry: a new approach for noninvasive blood glucose measurement using instantaneous differential near-infrared spectrophotometry", J. Biomed. Opt. 11(5), 054028 (Oct 24, 2006).
  2. Miguel A. Pleitez, Tobias Lieblein, Alexander Bauer, Oto Hertzberg, Hermann von Lilienfeld-Toal  and  Werner Mäntele. “Windowless ultrasound photoacoustic cell for in vivo mid-IR spectroscopy of human epidermis: Low interference by changes of air pressure, temperature, and humidity caused by skin contact opens the possibility for a non-invasive monitoring of glucose in the interstitial fluid”, Review of Scientific Instruments, 84, 084901 (2013). 
  3. Ramachandram Badugu, Joseph R. Lakowicz and Chris D. Geddes. "Ophthalmic Glucose Monitoring Using Disposable Contact Lenses—A Review". Journal of Fluorescence, Vol. 14, No. 5, Sept 2004
  4. Amay J. Bandodkar, Wenzhao Jia, Ceren Yardımcı, Xuan Wang, Julian Ramirez, and Joseph Wang. “Tattoo-Based Noninvasive Glucose Monitoring: A Proof-of-Concept Study” Analytical Chemistry 2015 87 (1), 394-398.
  5. Amay J. Bandodkar, Joseph Wang. “Non-invasive wearable electrochemical sensors: a review”. Trends in Biotechnology, Volume 32, Issue 7, July 2014, Pages 363-371, ISSN 0167-7799.

¿Qué te haría feliz?

Una pantalla separa dos mundos cercanos. A un lado familiares y pacientes con cáncer, al otro gente corriente que no tiene ni idea de que las respuestas de los otros a la misma pregunta que acaban de contestar van a dejarles sin habla.

Otro de esos magníficos vídeos virales que vemos con relativa frecuencia en el ámbito de la oncología, pero que siguen conmoviendo como el primero.

¿Qué te haría feliz?

Una pantalla separa dos mundos cercanos. A un lado familiares y pacientes con cáncer, al otro gente corriente que no tiene ni idea de que las respuestas de los otros a la misma pregunta que acaban de contestar van a dejarles sin habla.

Otro de esos magníficos vídeos virales que vemos con relativa frecuencia en el ámbito de la oncología, pero que siguen conmoviendo como el primero.

Una entre 174 millones

es la probabilidad de ser golpeado por un meteorito en cuyo trayecto hayas tenido la mala suerte de entrometerte.


Al menos según los cálculos realizados en 1997 por Christian Gritzner, del Centro Aeroespacial Alemán. Pero claro, las estadísticas están para cumplirse y la mala suerte quiso que el 30 de noviembre de 1954 Ann Elisabeth Hodges se convirtiera en el único caso bien documentado de un ser humano golpeado directamente por un meteorito que caía hacia la Tierra.

|+info: National Geographic