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SALUD EN UN MUNDO DIGITAL

Nike adapta sus zapatillas para pacientes con discapacidad, gracias a un adolescente con parálisis cerebral



La historia empieza con Matthew Walzer, un adolescente afectado de parálisis cerebral, escribiendo una carta en el verano de 2012 a Nike. En esta carta contaba sus dificultades a la hora de anudarse las zapatillas y cómo esto le hacía sentirse dependiente e incluso avergonzado cuando eran sus amigos de clase quienes tenían que atarle los cordones. De la carta nació el hashtag #nikeletter, y desde Twitter llegó la respuesta de la empresa para trabajar con Matthew en unas zapatillas adaptadas.

El primer prototipo nació tras unos meses de trabajo con el equipo que crea diseños personalizados para los grandes atletas de élite en la NBA, los Juegos Olímpicos y primeros equipos de fútbol. Y tres años de trabajo después, hoy han puesto a la venta unidades limitadas de este modelo adaptado a personas con discapacidad motora.

Sea o no un ingenioso movimiento publicitario, lo cierto es que quienes conocemos a pacientes como Matthew sabemos de la importancia de cada pequeña victoria por la autonomía y es de agradecer que grandes empresas lo asimilen.

Tu teléfono sabe que estás deprimido

depresión móvil

Por mucho que pongas tu sonrisa falsa, tu teléfono móvil sabe la verdad. La depresión puede detectarse gracias a los sensores de un teléfono monitorizando el número de minutos al día que se usa, las ubicaciones en las que has estado y otros parámetros.

Cuanto más tiempo y con mayor frecuencia utilizas tu móvil, más posibilidades de que estés deprimido. Según un estudio de la Northwestern University el uso medio de teléfono móvil es de 17 minutos para una persona sana  y de 68 para un individuo deprimido.

Pero no sólo esto, moverse poco de casa, tener unos horarios erráticos o poca variedad en los sitios que se visitan también fueron parámetros que aparecieron de forma significativamente asociados a la depresión.

Por si solos cada uno de estos parámetros no tiene mucho valor, pero uniéndolos todos, se puede detectar hasta el 87% de los individuos deprimidos con fiabilidad. Si bien el número de pacientes es pequeño, este estudio abre la puerta a seguir investigando en esta línea.

Además conociendo estos factores, pueden plantearse estrategias de tratamiento encaminadas a que los pacientes con depresión salgan de casa, conozcan nuevos lugares y se establezcan rutinas más firmes.

Tu corazón ahora en 4D


Un nuevo sistema de GE permite visualizar el corazón en tres dimensiones y movimiento usando la ecografía. Las imágenes hablan por si mismas y quienes lo han probado cuentan que pueden verse incluso los torbellinos en la sangre creados por la presencia de trombos en las arterias.

Las imágenes de mayor calidad aportan más información y permiten ahorrar pruebas diagnósticas más agresivas. Usando un software llamado cSound logran procesar una cantidad de datos equivalente a reproducir todo el contenido de DVD en un segundo. Para ello han adaptado la tecnología que se usa en las ecografías fetales 4D.

La consulta médica del futuro está en tu casa

esalud en casa

No, no es que los centros de salud y hospitales vayan a desaparecer. Sin embargo en los próximos años necesitarán adaptarse a cambios tan importantes como lo ha sido la aparición de la Historia Clínica Electrónica.

La posibilidad de que los pacientes monitoricen su salud desde casa ya no es una utopía. La irrupción de gigantes tecnológicos en el mundo de la eSalud hará que en cuatro o cinco años sea habitual encontrarnos con pacientes que llevan un registro digital de  sus constantes vitales, actividad física o calorías ingeridas. Todo ello será posible gracias a los wearables, pero no solo la tecnología ponible va a tener un papel relevante en este campo.

El teléfono móvil como piedra angular de la monitorización sanitaria es ya un hecho. Es útil para pacientes que lo utilizan como herramienta para monitorizar su salud o agregar datos desde otros dispositivos; pero también para sanitarios que lo utilizan para acceder a estos datos, a registros médicos e incluso como herramienta diagnóstica acoplando periféricos como ecógrafos, otoscopios, estetoscopios o pulsioxímetros.

Todavía es pronto para hablar de un cambio radical, pero no cabe duda que la incorporación progresiva de estos dispositivos ya está sucediendo. Será cuestión de tiempo que los sanitarios nos veamos forzados a adoptarlos a nuestra actividad clínica y tal vez nos llevé unos cuantos años más convencer a quienes nos gestionan de la importancia de integrar todas estas herramientas en la asistencia que prestamos.

10 cambios tecnológicos para revolucionar la Industria Farmacéutica

Tomando la idea del Dr. Mesko aquí van nuestros diez candidatos a revolucionar la actividad en la industria farmacéutica y biomédica.

Jueguización o Gamification

Motivar a la población para mantener estilos de vida saludables nunca fue tan fácil como hoy en día. Gracias a la creación de juegos serios, la Salud Pública lo tiene un poco más fácil. Cada día nacen nuevas iniciativas en esta área ya sea a través de aplicaciones móviles, juegos de ordenador o en videoconsolas con sistemas de seguimiento como la Wii o Playstation Move. La aparición de los wearables, a los que dedicamos otro punto de esta lista no hacen sino profundizar en este campo.

Impresoras 3D

El perfeccionamiento de la tecnología de impresión en 3D, iniciada en 1984, ha llevado al sector industrial a un nuevo nivel. En los últimos años hemos visto desde casas imprimidas hasta armas de fuego cuyos planos cualquiera podía descargar de Internet. Pero en el campo de la ingeniería biomédica también estamos disfrutando de esta época dorada de la impresión en 3D: prótesis, férulas, modelos para cirugía, órganos... parece que nada se resiste a esta nueva moda. ¿Lo último? un anuncio en el que una madre ciega tiene ocasión de ver al bebé que lleva en su interior gracias a la impresión 3D de un modelo obtenido por ecografía.


Genómica y terapias génicas

La compresión de las bases genéticas de la Enfermedad nos está llevando a buscar cómo regular la expresión de ciertos genes y bloquear otros. Pero antes de esto existen cientos de posibilidades como predecir la respuesta a fármacos, actuar sobre potenciales factores de riesgo, conocer los procesos individuales que nos llevan a enfermar y proponer tratamientos dirigidos a la curación de forma personalizada. Hay enfermedades como la Diabetes Mellitus tipo I, que se producen por déficit de una proteína (en este caso la Insulina) y se están investigando líneas de tratamiento que consisten en introducir un virus cargado de genes que producen Insulina, de modo que el músculo donde se inyectan se convierte en un páncreas artificial.

Realidad aumentada y realidad virtual

Grabar y retransmitir procedimientos médico-quirúrgicos se convierte en una experiencia totalmente nueva con la aparición de las Google Glasses. Si lo unimos con la inmersión que suponen las últimas tecnologías en realidad virtual como Oculus Rift ya tenemos una perfecta combinación explosiva. Otros fabricantes como Microsoft también están apostando en este campo, como hemos visto con la presentación de su HoloLens.

Si podéis imaginar cómo sería que os explicaran en mecanismo de acción de un medicamento entrando directamente en el cuerpo y viendo sus acciones en tercera persona, o si sois capaces de visualizar una clase de anatomía mediante realidad virtual, entendéis de lo que estoy hablando.

Tecnología wearable o ponible

Hemos hablado de las Google Glass, que fueron pioneras de lo ponible y ya hemos mencionado la jueguización como campo en el que los wearables pueden tener un desarrollo máximo. El reloj inteligente es la próxima apuesta en este campo y todos los grandes de la telefonía móvil intentan hacerse con el nicho. Pero todavía queda mucho por hacer, los sensores son cada vez más pequeños, hasta el punto de que pueden ir ocultos en un parche que se pega a la piel, y la calidad de los datos que recogen es cada vez mayor. Tanto es así que se está creando una cantidad de datos biomédicos cuyo potencial todavía está por explotar.

Big Data

Y así, con los wearables y la monitorización cada vez más estrecha del paciente (y del sano) se está creando una ingente cantidad de datos que de forma progresiva se integran en nuestros sistemas de Historia Clínica Electrónica. Sin embargo el exceso de ruido que se genera puede hacer más difícil su interpretación. Para ello la industria se ha propuesto como próximo objetivo aprovechar este Big Data para generar información clínica relevante y avanzar tanto en el desarrollo como en la monitorización de nuevos fármacos y dispositivos.

Inteligencia artificial en la toma de decisiones médicas

No sólo para el análisis del Big Data es preciso disponer de superordenadores con gran capacidad computacional, además la computación cognitiva permite apoyar la toma de decisiones clínicas y por supuesto avances en el campo de la genómica y del diseño de nuevos fármacos. Lo hemos visto con el famoso superordenador Watson de IBM y su capacidad para el análisis de grandes cantidades de datos, así como su interpretación.

Ensayos clínicos sin humanos ni animales

La simulación de modelos humanos en superordenadores atendiendo a los amplios conocimientos de fisiología actuales, podría facilitar que en un futuro no tan lejano, los ensayos iniciales de nuevos fármacos puedan simularse en millones de modelos animales o humanos virtuales antes de probarlo en seres vivos. Esto unido a la capacidad de simular fármacos a nivel molecular abre la puerta a ensayos de millones de compuestos en miles de voluntarios en tan solo unos minutos.

Nanorrobótica

Dando un paso más allá en el mundo de la tencología ponible, imaginad que con una inyección de nanorrobots pudiéramos mantener monitorizados nuestros niveles de glucemia en sangre, presencia de bacterias o de otros marcadores de enfermedad; asimismo podrían ser útiles para transportar medicamentos de forma selectiva a tumores o células concretas. Quizá es el punto más alejado de la ciencia hoy en día, pero la ficción ya ha imaginado todo el potencial que podrían desarrollar y nos lo han mostrado en series como Star Trek, Enana Roja o incluso en películas como Terminator y series (de poco éxito) como Jake 2.0.

El paciente empoderado

Un paciente con conocimientos, con capacidad para participar activamente en la toma de decisiones y para cambiar el funcionamiento del sistema sanitario. Su mayor formación sanitaria le hace mejor candidato para participar en ensayos clínicos, dialogar con el médico sobre las posibilidades de tratamiento y para probar dispositivos que le ayuden en el control de la enfermedad.

Cibercondría

Más allá de este neologismo existe una base emergente de investigación científica que intenta apoyar a los médicos en el manejo de una patología que nace con el surgimiento mismo de Internet, pero que se fundamenta en algo tan antiguo como el propio miedo a enfermar.

aunque existe desde 1999, en el año 2008 dos investigadores de Microsoft definieron este término como “un aumento infundado de preocupaciones sobre sintomatología frecuente, basado en la revisión de búsquedas y textos en la Web”. No se ha publicado mucho en revistas de impacto científico sobre este tema, tan sólo 18 resultados aparecen al buscar este término en PubMed.

Sin embargo la investigación en este campo ya ha llevado a desarrollar una Escala de Severidad de la Cibercondría (CSS) que puede ser útil para su manejo y diagnóstico. En cualquier caso, este nuevo término para un viejo problema se une a otros tantos como el ciberacoso, el cibersuicidio o los sitios que promueven los trastornos de la conducta alimentaria.

El remedio a esta y otras enfermedades lo hemos repetido ya hasta la saciedad en este blog, educación sanitaria y calidad de contenidos. Una receta sencilla pero para la que siempre hará falta el esfuerzo de todos.