Hay muchos ejemplos del uso que hace la industria alimentaria de las sociedades científicas. Porque cuando una madre va al supermercado y ve unas galletas (Dinosaurus) con el logotipo de la Asociación Española de Pediatría es lógico que las compre pensando que son mejores que las que no lo tienen. Y por qué no, tal vez también un poco de bollería industrial (Bollycao), al fin y al cabo, si tiene el sello de la Sociedad Española de Dietética y Ciencias de la Alimentación tampoco sera tan desequilibrada.
Por supuesto, se trata de un mal global, así hace poco los pediatras chilenos recibían la agenda 2016 editada por su Sociedad Chilena de Pediatría, con una publicidad de refrescos (Coca-Cola) que ha despertado un malestar plasmado en las más de 300 firmas que piden a dicha organización que elimine sus vínculos con la multinacional, algo que también le sucedió a la SEMFyC.
Desde el punto de vista de la Deontología médica parece más que cuestionable facilitar estas técnicas de publicidad subliminal o asociativa. Ejemplos hay muchos y la Comisión Central de Deontología de la OMC declara que "no es deontológico hacer publicidad engañosa encubierta o promoción de un producto sin suficiente soporte científico o con información insuficiente del mismo".
Acto seguido, la Asociación Española de Pediatría apostilla que no avala, sino que colabora. [ironía] Porque tirando de diccionario comprometerse con alguien a hacer algo o trabajar en conjunto para hacerlo, son conceptos muy distintos [/ironía]. Además de equiparar el aporte calórico del desayuno con el de la merienda, en contra de lo que dicta el Manual práctico de Nutrición en Pediatría editado por la AEP.
¿Qué dice ese manual de Nutrición Pediátrica sobre las galletas? (pdf)
- se recomienda [...] suprimir paulatinamente alimentos con exceso de contenido energético, ricos en grasas e hidratos de carbono (galletas, caramelos, chucherías, chicles, bollería industrial, embutidos, entre otros)
- galletas, dulces, helados, frutos secos, chocolates, etc. [..] suelen tener bajo valor nutritivo y alto valor calórico, favoreciendo la obesidad, la caries y los malos hábitos dietéticos.
- proporcionar una amplia variedad de alimentos densos en nutrientes, como frutas y verduras, en vez de con alta densidad calórica y pobres en nutrientes como “snacks” salados, helados, comida frita, galletas y bebidas azucaradas.
- la distribución dietética recomendada a lo largo del día debe ser del 25% en el desayuno, [...] 15% en la merienda
¿Y qué dicen los expertos?
Si, como parece obvio, consideramos expertos a los nutricionistas, no cabe mucha duda. Hay que recordar que fue la denuncia de Julio Basulto (@JulioBasulto_DN) la que encendió este debate, que ha llevado a que toda la blogosfera de dietética y nutrición una su voz en contra.
La OMC advierte que es grave promocionar la venta de "productos que podrían ser incluso perjudiciales, como las clásicas galletas que contienen cantidades importantes de azúcar".
Si nos vamos a la OMS que recomienda una dieta con menos de 10% de calorías procedentes de azúcares, entenderemos que unas galletas con un 21% son bastante desequilibradas. La bollería (y sí, las galletas son bollería) deben ser un elemento ocasional de nuestra dieta según la pirámide nutricional.
Pero si buscamos bibliografía científica, no es difícil encontrar artículos sobre el pobre valor nutricional de alimentos con más del 20% de azúcares, sobre las estrategias que usa la industria alimentaria en España para aprovecharse de este tipo de acuerdos (no nos olvidemos de los cereales, el Bollycao, la Coca-Cola, etc.), meta análisis de ensayos clínicos y estudios de cohortes que relacionan claramente obesidad e ingesta de azúcares, estudios en todo España que dejan patente las consecuencias del exceso de consumo de galletas y demás bollería
En lo legal, también nos topamos con un terreno bastante resbaladizo. Con medio pie en la Ley de Competencia Desleal al usar tácticas que crean confusión y son “susceptibles de afectar al comportamiento económico de los consumidores”. Y el otro medio bordeando la Ley de Seguridad Alimentaria y Nutrición que sólo permite este tipo de avales (llámalo colaboración), cuando el dinero revierta en “actividades que favorezcan la salud”.
Como cierre, las palabras del Dr. Rodriguez Sendín Rodríguez Sendín: "nos parece deplorable que entidades médicas pongan su logo para dar un marchamo de calidad a productos como galletas o salchichas".