¿Qué puede llevar a un estudiante de Medicina a abrir un blog? ¿Qué le aporta?
A esta pregunta de respuesta engañosamente sencilla me sometió ayer Julio Mayol mientras criticaba desde la palestra que estudiantes y residentes no estuvieran más comprometidos con la Salud 2.0 y en concreto con los blogs.
Por ejemplificar esta ausencia diré que en mi facultad sólo conozco a otros dos estudiantes que dediquen sus ratos a esto de los blogs. De modo que somos (mejor dicho éramos, porque ya son doctores) tres de 1300 alumnos durante el pasado curso. Una prevalencia del 0,2% de tan peligrosa enfermedad.
Y es que pensar, tener iniciativa y lanzarse a luchar por tus ideas en el ámbito académico parece una condena segura. Quisieron engañarme diciendo que en Medicina vives para estudiar, quisieron hacernos creer que la carrera sólo era una antesala del MIR y ante todo quisieron que aceptásemos como un dogma que los libros siempre tienen la razón, que los catedráticos no pueden errar.
Tal y como el paciente debe revindicar su apellido de "empoderado", el colectivo de estudiantes de Medicina debe empoderarse y mostrar que su aportación a la Sanidad y a la sociedad es tan importante como necesaria. Con respeto hacia nuestros profesores y con humildad debemos enfrentarnos al aprendizaje memorístico puro, a la MIRicina.
Sin duda una manera, tal vez la más práctica es hacernos oir es a través de la Red.
Además mediante un conocimiento más profundo de Internet podemos adquirir conocimientos multidisciplinares, algo en lo que la Universidad sigue fallando. No sólo eso, podemos revisar la evidencia, permanecer escépticos ante los datos que se nos presentan, conocer otras formas de hacer las cosas más allá de las aulas y de nuestros hospitales. Para acceder a los últimos avances así como para conocer el devenir de la profesión resulta ya imprescindible -y más barato que suscribirse al JAMA- una conexión a Internet y un poco de curiosidad.
Por último, el contacto virtual con pacientes puede servir de preparación para lo que el estudiante encontrará en la consulta y un primer choque práctico con las teorías de la bioética. Conocer al paciente y aprender a respetarlo online tal vez sea una buena manera de mejorar nuestra empatía.
En definitiva: empatizar, comprometerse y aprender.
Un blog no es una pérdida de tiempo para el estudiante de Medicina, es una inversión y un compromiso hacia la sociedad que en unos años deberás cuidar. Es la manera idónea de acceder de forma gradual a la práctica clínica, al conocimiento profundo de lo que sucede en la trastienda del SNS. Podemos exigir que las facultades se impliquen y promuevan entre sus alumnos el uso de medios digitales, pero un paso de tal calado no puede surgir de unas instituciones que siguen educando como se hacía cuando fueron creadas.
Los estudiantes deben dar el paso y es responsabilidad de todos animarlos a ello.
Importa más lo que los estudiantes pueden hacer por la sociedad desde Internet que lo que reciben a cambio, que no es poco. Por cerrar devolviendo la pelota ¿qué consigue el médico con un blog?