La Ira, además de ser pecado capital, resulta que es una emoción bastante irritante que de vez en cuando nos invade generalmente por un sentimiento de indignación o ante un accidente. El estudio neuro-fisiológico de las emociones siempre ha tenido su hueco entre las publicaciones científicas, la ira no es para menos. En concreto en el estudio de Janssen SA, Spinhoven P, Brosschot JF del año 2001 sobre los efectos de la ira y la sensación de dolor.
Pero lo más curioso del artículo de Janssen es el método que utilizaron para probar su hipótesis. Utilizaron voluntarios a los que agredían a través de mensajes ofensivos y amenazantes en un ordenador, para inducir un estado de ira. Mientras tanto probaron la tolerancia al dolor por frío y además dieron a un grupo la posibilidad de descargar su rabia pero no a otro para ver si esto afectaba a su ritmo cardíaco.
Finalmente los resultados no apoyaron su hipótesis, más bien todo lo contrario. Al parecer sentir ira aumentaba la percepción del dolor, sin embargo sí se afectaba la función cardiovascular en el sentido esperado aunque de forma confusa.
Más allá de la comprensión de los sistemas por los que se produce esta emoción es especialmente interesante investigar su relación con la enfermedad. Según una reciente revisión de los artículos publicados hasta 2010, la ira podría estar directamente implicada en algunas patologías y estadísticas de accidentes. Así que ya sabéis don't worry, be happy
Asi empezamos con una sensacion sencilla de dolor pero despues se acentua de forma gradual y debemos recurrir a las medicinas recetadas como vicodin, percocet, para mantenernos en pie y seguir día tras día luchando.
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