La iniciativa de un chico británico de 14 años está a punto de mejorar la calidad de vida de miles de pacientes que necesitan una prótesis de mano. Matthew James tiene una de esas historias que da gusto contar, nació sin su mano izquierda y llegado a la adolescencia decidió que le gustaría mejorar su calidad de vida con una de las increíbles manos biomecánicas de Touch Bionics, sin embargo las 35000£ que costaba el modelo i-LIMB Pulse lo hacían inalcanzable. Combinando su pasión por las carreras de la F1 y la coincidencia de que el jefe del equipo Mercedes GP Petronas era un antiguo alumno de su colegio, Matthew se decidió a escribirle e intentar que pagaran ese precio a cambio de insertar el logotipo de la empresa en la mano.
Afortunadamente no se limitaron a costear el dispositivo y tras invitar a Matthew a sus instalaciones le propusieron una colaboración más interesante, un equipo de trabajo conjunto entre el equipo F1 de Mercedes y la empresa Touch Bionics. Lo cierto es que la Fórmula 1 comparte bastantes puntos clave con el campo de la ingeniería biomecánica en cuanto a materiales y diseño así que nació una fructífera alianza. Tanto es así, que el precio del dispositivo se ha reducido hasta las 10000£
La mano en sí se basa en los mismos principios que otras que ya hemos reseñado en el blog, unos electrodos recogen los impulsos eléctricos creados por los músculos del antebrazo y los transmiten a un pequeño ordenador situado, en este caso, en la palma de la mano. Desde allí una serie de motores independientes para cada dedo se encargan de ejecutar el movimiento de la forma más precisa y natural posible. El ingenio está alimentado por dos baterías Li-Ion en la cara anterior de la sujeción al antebrazo y protegido por un chasis de aluminio capaz de soportar hasta 90 kg de carga.
Desde luego los movimientos que vemos en el vídeo son sorprendentes y en una entrevista a The Telegraph Matthew comenta que ahora es capaz de realizar tareas de una extremada complejidad mecánica como sujetar un bolígrafo para escribir y dibujar, atarse los cordones o atrapar una pelota, Tabaketenmut tendría mucho que envidiarle. Por no mencionar que la estética también es deslumbrante, con una capa exterior transparente que deja ver el mecanismo en acción y una conexión bluetooth (todo es mejor con bluetooth) para conectarse de forma inalámbrica al programa que controla parámetros como la fuerza o la velocidad de los movimientos.
Por cierto, Matthew ya tiene su mano, aunque todavía está buscando con ayuda de Mercedes alguna empresa que la esponsorice.
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