Dados los recientes informes que relacionan los dispositivos médicos inalámbricos con un peligro de ataques informáticos por parte de crackers, algunas compañías han apostado por introducir en sus aparatos sistemas de protección tipo firewall. La percepción de riesgo en el ámbito sanitario está tremendamente deformada debido al interés por preservar la intimidad y la integridad de los pacientes. Sin embargo en ocasiones, centrar el foco de atención en el problema más evidente nos impide ver los riesgos más inmediatos.
En lo referente a los dispositivos inalámbricos que se emplean en sanidad, deberíamos estar más preocupados por la posibilidad de que se causen interferencias entre dispositivos de diferentes fabricantes. Al menos esa es la opinión de Jim Keller (ERCI Institute), quien argumenta que el desarrollo de firewalls para dispositivos como los marcapasos responde perfectamente a un problema teórico, pero no es la solución a una preocupación real.
La seguridad con los dispositivos médicos, incluyendo los dispositivos implantables, es un problema actual y algo a lo que la comunidad de fabricantes debe prestar más atención a medida que las señales inalámbricas proliferan. Diría que la mayor preocupación para las industrias de seguridad y dispositivos médicos es la interferencia que afecta a la transmisión de la señal desde un marcapasos al lector o vice versa. Hay un número creciente de dispositivos inalámbricos implantados y un número creciente de fuentes de interferencia — definitivamente es algo de lo que la industria es consciente y en lo que está trabajando.
— Jim Keller
Tal vez la idea de que la proliferación de señales inalámbricas pueda alterar la transmisión de datos desde un marcapasos suene menos hollywoodiense que la de un intrigante equipo de hackers que planea hacerse con el control de nuestra vida. Sin embargo esta es la preocupación real de las agencias de medicamentos y dispositivos sanitarios. El sitio web de Verizon alerta a los pacientes que portan un marcapasos u otros dispositivos inalámbricos de que mantengan los teléfonos móviles al menos a 15 centímetros de su pecho y que no lo guarden en los bolsillos de las camisas. Y así lo recomiendan también la Comisión Federal de Comunicaciones de los Estados Unidos y la FDA.
Pero calma, por el momento todo va como es debido, ni los microondas causan interferencias, ni los marcapasos modernos se ven afectados por las señales de los móviles gracias a las mejoras llevadas a cabo. Además en los ultimos años se ha ampliado el rango de frecuencias en las que los dispositivos sanitarios pueden comunicarse de forma inalámbrica para así desatascar un poco el tráfico. En caso de que un paciente experimente algún problema con su marcapasos o desfibrilador implantables deberá comunicarlo al médico quien lo pondrá en conocimiento de las agencias reguladoras.
En todo caso, recordad que las complicaciones con este tipo de dispositivos son muy esporádicas dadas las medidas excepcionales de vigilancia y seguridad a las que están sometidos.
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