Del mismo modo que existen diferentes modelos de Sanidad, la Telemedicina puede darse en diferentes formatos y dentro de la Industria Tecnológica nadie se decanta todavía por un ganador, ya que parece demasiado pronto para apostar a una sola carta. Aquí van algunas aproximaciones a la Telemedicina que se están desarrollando:
Plataforma web o sistemas móviles como ViVu o ClinicTalk, otorgan al paciente de forma cómoda, respuestas para sus consultas o dudas sobre salud. En el caso de la primera, se trata de una opción gratuita, que provee al profesional de una herramienta para crear su reputación online. En la segunda, por un precio prefijado el paciente puede consultar a cualquier hora del día con un especialista. Existen otras alternativas e incluso algunas ofrecen tarifa plana para consultar todas las dudas por unos 50€ al mes.
En este primer modelo encajan a la perfección especialidades como la Dermatología, las consultas de segunda opinión y dudas relacionadas con temas no urgentes. Además al tratarse de una comunicación asincrónica es una vía más cómoda para el profesional y permite establecer incluso un cierto vínculo médico-paciente.
La cabina médica tiene un estilo retro a la par que futurista. Existen dos compañías arraigadas en los EE.UU. que se dedican a diseñar este tipo de espacios en los que el paciente conecta con un médico online, que le entrevista y le instruye para que tome parte activa en su propia exploración usando instrumentos integrados en la cabina como termómetro, otoscopio o estetoscopio. Aquí cobra también especial relevancia la consulta médica no urgente, y como en la mayoría de los modelos de consulta médico paciente online triunfa la accesibilidad e inmediatez sobre la relación médico-paciente.
La consulta médica en la oficina de Farmacia es una de las últimas alternativas en unirse a este grupo y quizá una de las más interesantes para el paciente, ya que le permite en un mismo acto unir la atención sanitaria tradicional con la Telemedicina. Ofrecen consultas de enfermería telefónicas o por videollamada, visita médica con una tarifa prefijada y trato cara a cara con el farmacéutico para recibir asesoramiento sobre vacunaciones y medicación. Las pruebas comenzaron en 2011 y este tipo de Telemedicina se ha extendido por algunos estados de los EE.UU. en los que está permitida la prescripción de medicamentos por esta vía, tras realizar un diagnóstico a distancia.
Así, junto al modelo de Telemedicina inicial, en el que el paciente acude a un centro sanitario, para realizar una teleconsulta con un especialista ubicado en otro centro; están proliferando diferentes modelos de Telemedicina por los que apuestan no sólo empresas del sector tecnológico o sanitario, también grupos de inversión y compañías que nada tienen que ver con la Sanidad, pero quieren prestar sus establecimientos para ubicar este tipo de servicios (y de paso cobrar una comisión).
Por lo pronto, quizá sea prematuro plantearnos si hay alguno de estos modelos que vaya a imponerse sobre el otro, dado que ni siquiera han aparecido todavía en nuestro entorno. Pero más allá de esto, queda patente que el modelo tradicional de consulta médica está rodeándose de un grupo cada vez mayor de anexos con los que, como pacientes y profesionales, tendremos que ir familiarizándonos.
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