La Historia está plagada de grandes rectificaciones, decisiones más o menos reflexionadas que vistas con perspectiva han resultado en grandes logros. Algunas salvaron miles de vidas, otras simplemente pusieron a cada uno en el lugar que merecía. En ocasiones, las decisiones se tomaron con la intención contraria y sin embargo, paradojas del destino, acabaron salvando a millones de personas.
Sin lugar a dudas, es el ámbito militar el más importante, por su gran capacidad destructiva. El engaño de Sicilia (operación Mincemeat) permitió que Los Aliados tomaran Sicilia sin mayores contratiempos. El desembarco de Normandía tuvo éxito gracias al engaño de un agente doble que hizo cambiar los planes del Führer, esa rectificación de última hora salvo miles de vidas y permitió la liberación de Europa. Años más tarde sería Stanislav Petrov quien nos salvaría a todos del Holocausto nuclear simplemente con la desobedinencia directa de una orden, su inactividad evitó que una falsa alarma en el bunker que dirigía acabase en una escalada atómica de la que pocos hubieran sobrevivido.
Centrándonos en lo científico Nikola Tesla es uno de los máximos exponentes en cuanto a enmiendas históricas, este genio de la física y las matemáticas fue un visionario de la talla de Leonardo da Vinci a quien robaron sus inventos Edison, Marconi, la CIA y la incomprensión de sus contemporáneos. Menos espectaculares, pero igualmente importantes son las rectificaciones que día a día realizamos sobre nuestros propios ideales y pensamientos.
También los científicos cambian sus teorías, aceptan la evidencia y revisan las bases de sus conocimientos, Edge.org se dedica a reunir cada año las opiniones de diferentes expertos acerca de una cuestión simple, la de este año fue "¿cómo está cambiando Internet la manera en que piensas?"; desde luego es momento para que más de uno decida rectificar en sus planteamientos caducos, construidos sobre pilares de aire y ego.
En el entorno sanitario, quedarse anclado en suposiciones y teorías anticuadas es más peligroso cuanta mayor es la velocidad de actualización de conocimientos. Sin embargo hay quien se niega a aceptar la evidencia y se mantiene inamovible en sus convicciones. Lo comentábamos al hablar sobre la reciente rectificación de The Lancet en cuanto al artículo que asoció en 1998 la vacuna triple vírica con un aumento de incidencia del autismo.
Pero en Medicina no podemos permitirnos quedar obsoletos, los pacientes requieren conocimientos actualizados y MBE. Y la forma más sencilla a día de hoy, de lograr este objetivo es el empleo de herramientas informáticas, en lo que hemos llamado eSalud. Y quien quiera entender que entienda.
Puede que ni yo mismo esté necesariamente de acuerdo con todo lo que he afirmado en el pasado.
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