Estoy casi seguro de que cuando Mañez hablaba de la necesidad de usar técnicas de márketing para lograr una mejor promoción de la salud, no se refería a esto:
En 1978 un grupo de amigos fundó un grupo contra la promoción publicitaria de productos insalubres al que llamaron MOP UP. Con apenas una docena de miembros lograron eliminar los anuncios de tabaco de un late night show y que el Open de Tenis de Australia cesase su acuerdo publicitario con Marlboro. Pero ávidos de acciones más directas y cansados de escribir cartas de protesta a los medios de comunicación, algunos de los miembros formaron el BUGA UP, un movimiento cuyo único propósito era "destruir" de forma creativa los anuncios de tabaco expuestos en vallas publicitarias al aire libre.
El BUGA UP consiguió una rápida expansión internacional gracias a la charla del Dr. Arthur Chesterfield-Evans en la V Conferencia Mundial sobre Tabaco y Salud, en 1983. A través el graffiti y del humor ácido los miembros del movimiento han saboteado campañas publicitarias de tabaco y alcohol en varios países. Por supuesto este sistema de guerrillas les ha valido no pocos arrestos pero ha conseguido poner la desobediencia civil en favor de la Salud Pública y ha inspirado a otros grupos con iniciativas similares.
¿Está bien usar este tipo de tácticas para promocionar la salud? ¿Es efectivo este sistema o puede ser contraproducente?
Miguel Ángel Mañez nos proponía esta reflexión de cara al congreso #videosysalud
Pero este grupo de australianos autodenominado BUGA UP se ha propuesto utilizar el márketing de una forma algo más imaginativa y algo artística para promocionar la salud. Su objetivo: perjudicar a las tabacaleras modificando los anuncios en vallas publicitarias.
Si estáis interesados en conocer más los orígenes y las acciones emprendidas por BUGA UP es de lectura obligada Civil disobedience and tobacco control: the case of BUGA UP Simon Chapman. Tobacco Control 1996; 5:179-185 http://www.bugaup.org/docs/chapman.pdf
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