El de Larry es un duro trabajo, cada día debe vomitar varias veces para ayudar a los investigadores del Laboratorio Británico de Salud y Seguridad. Afortunadamente, Larry es un robot humanoide creado para investigar la propagación de diferentes microbios y en concreto, del Norovirus. Pero su labor no deja de ser altamente desagradable.
Explorar el patrón de dispersión de las gotículas liberadas durante el vómito podría ayudar a os investigadores a mejorar nuestros conocimientos sobre las vías de propagación de este virus. Por suerte para ellos el vómito que utilizan es tan humano como el propio Larry, porque como podéis imaginar, alguien tiene que recoger el desastre cada vez que Larry hace su labor.
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