Con la reciente publicación en Journal of Clinical Investigation de la creación de un arroz transgénico que ayudaría a prevenir y combatir las diarreas por Rotavirus, se pone una vez más en valor la utilidad de la biotecnología para crear alimentos que no sólo nos nutran, si no que también puedan mantener la salud.
Siendo el Rotavirus una de las primeras causas de muerte infantil en los países pobres, y su vacuna una de las más caras que existe actualmente, la creación de este arroz transgénico (MucoRice) ha levantado grandes expectativas. En esencia, se trata de un arroz que en vez de sintetizar algunas de sus proteínas habituales se centra en crear anticuerpos específicos contra el Rotavirus, que posteriormente podemos ingerir creando una inmunidad pasiva y siendo también útil en el tratamiento de la infección.
Aunque el estudio se ha desarrollado en ratones, existen varios aspectos que invitan al optimismo. Para empezar se trata de un alimento ampliamente distribuido por todo el mundo. En segundo lugar, puede soportar condiciones de transporte normales sin perder su efectividad. Y además, los anticuerpos no pierden su eficacia a pesar hervir el arroz durante 30 minutos. Por último, tanto a nivel de lesiones del intestino, como reduciendo el número de virus el MucoRice ha demostrado su valor.
Esperaremos a los ensayos en humanos, porque como dicen los autores, ya está listo para su producción a bajo coste. Habrá que ver si los juegos de patentes no retrasan y encarecen el producto hasta tal punto que lo hagan inaccesible a la población de los países que sigue muriendo.
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