Tomando la idea del Dr. Mesko aquí van nuestros diez candidatos a revolucionar la actividad en la industria farmacéutica y biomédica.
Jueguización o Gamification
Motivar a la población para mantener estilos de vida saludables nunca fue tan fácil como hoy en día. Gracias a la creación de juegos serios, la Salud Pública lo tiene un poco más fácil. Cada día nacen nuevas iniciativas en esta área ya sea a través de aplicaciones móviles, juegos de ordenador o en videoconsolas con sistemas de seguimiento como la Wii o Playstation Move. La aparición de los wearables, a los que dedicamos otro punto de esta lista no hacen sino profundizar en este campo.
Impresoras 3D
El perfeccionamiento de la tecnología de impresión en 3D, iniciada en 1984, ha llevado al sector industrial a un nuevo nivel. En los últimos años hemos visto desde casas imprimidas hasta armas de fuego cuyos planos cualquiera podía descargar de Internet. Pero en el campo de la ingeniería biomédica también estamos disfrutando de esta época dorada de la impresión en 3D: prótesis, férulas, modelos para cirugía, órganos... parece que nada se resiste a esta nueva moda. ¿Lo último? un anuncio en el que una madre ciega tiene ocasión de ver al bebé que lleva en su interior gracias a la impresión 3D de un modelo obtenido por ecografía.
Genómica y terapias génicas
La compresión de las bases genéticas de la Enfermedad nos está llevando a buscar cómo regular la expresión de ciertos genes y bloquear otros. Pero antes de esto existen cientos de posibilidades como predecir la respuesta a fármacos, actuar sobre potenciales factores de riesgo, conocer los procesos individuales que nos llevan a enfermar y proponer tratamientos dirigidos a la curación de forma personalizada. Hay enfermedades como la Diabetes Mellitus tipo I, que se producen por déficit de una proteína (en este caso la Insulina) y se están investigando líneas de tratamiento que consisten en introducir un virus cargado de genes que producen Insulina, de modo que el músculo donde se inyectan se convierte en un páncreas artificial.
Realidad aumentada y realidad virtual
Grabar y retransmitir procedimientos médico-quirúrgicos se convierte en una experiencia totalmente nueva con la aparición de las Google Glasses. Si lo unimos con la inmersión que suponen las últimas tecnologías en realidad virtual como Oculus Rift ya tenemos una perfecta combinación explosiva. Otros fabricantes como Microsoft también están apostando en este campo, como hemos visto con la presentación de su HoloLens.
Si podéis imaginar cómo sería que os explicaran en mecanismo de acción de un medicamento entrando directamente en el cuerpo y viendo sus acciones en tercera persona, o si sois capaces de visualizar una clase de anatomía mediante realidad virtual, entendéis de lo que estoy hablando.
Tecnología wearable o ponible
Hemos hablado de las Google Glass, que fueron pioneras de lo ponible y ya hemos mencionado la jueguización como campo en el que los wearables pueden tener un desarrollo máximo. El reloj inteligente es la próxima apuesta en este campo y todos los grandes de la telefonía móvil intentan hacerse con el nicho. Pero todavía queda mucho por hacer, los sensores son cada vez más pequeños, hasta el punto de que pueden ir ocultos en un parche que se pega a la piel, y la calidad de los datos que recogen es cada vez mayor. Tanto es así que se está creando una cantidad de datos biomédicos cuyo potencial todavía está por explotar.
Big Data
Y así, con los wearables y la monitorización cada vez más estrecha del paciente (y del sano) se está creando una ingente cantidad de datos que de forma progresiva se integran en nuestros sistemas de Historia Clínica Electrónica. Sin embargo el exceso de ruido que se genera puede hacer más difícil su interpretación. Para ello la industria se ha propuesto como próximo objetivo aprovechar este Big Data para generar información clínica relevante y avanzar tanto en el desarrollo como en la monitorización de nuevos fármacos y dispositivos.
Inteligencia artificial en la toma de decisiones médicas
No sólo para el análisis del Big Data es preciso disponer de superordenadores con gran capacidad computacional, además la computación cognitiva permite apoyar la toma de decisiones clínicas y por supuesto avances en el campo de la genómica y del diseño de nuevos fármacos. Lo hemos visto con el famoso superordenador Watson de IBM y su capacidad para el análisis de grandes cantidades de datos, así como su interpretación.
Ensayos clínicos sin humanos ni animales
La simulación de modelos humanos en superordenadores atendiendo a los amplios conocimientos de fisiología actuales, podría facilitar que en un futuro no tan lejano, los ensayos iniciales de nuevos fármacos puedan simularse en millones de modelos animales o humanos virtuales antes de probarlo en seres vivos. Esto unido a la capacidad de simular fármacos a nivel molecular abre la puerta a ensayos de millones de compuestos en miles de voluntarios en tan solo unos minutos.
Nanorrobótica
Dando un paso más allá en el mundo de la tencología ponible, imaginad que con una inyección de nanorrobots pudiéramos mantener monitorizados nuestros niveles de glucemia en sangre, presencia de bacterias o de otros marcadores de enfermedad; asimismo podrían ser útiles para transportar medicamentos de forma selectiva a tumores o células concretas. Quizá es el punto más alejado de la ciencia hoy en día, pero la ficción ya ha imaginado todo el potencial que podrían desarrollar y nos lo han mostrado en series como Star Trek, Enana Roja o incluso en películas como Terminator y series (de poco éxito) como Jake 2.0.
El paciente empoderado
Un paciente con conocimientos, con capacidad para participar activamente en la toma de decisiones y para cambiar el funcionamiento del sistema sanitario. Su mayor formación sanitaria le hace mejor candidato para participar en ensayos clínicos, dialogar con el médico sobre las posibilidades de tratamiento y para probar dispositivos que le ayuden en el control de la enfermedad.