Más allá de este neologismo existe una base emergente de investigación científica que intenta apoyar a los médicos en el manejo de una patología que nace con el surgimiento mismo de Internet, pero que se fundamenta en algo tan antiguo como el propio miedo a enfermar.
aunque existe desde 1999, en el año 2008 dos investigadores de Microsoft definieron este término como “un aumento infundado de preocupaciones sobre sintomatología frecuente, basado en la revisión de búsquedas y textos en la Web”. No se ha publicado mucho en revistas de impacto científico sobre este tema, tan sólo 18 resultados aparecen al buscar este término en PubMed.
Sin embargo la investigación en este campo ya ha llevado a desarrollar una Escala de Severidad de la Cibercondría (CSS) que puede ser útil para su manejo y diagnóstico. En cualquier caso, este nuevo término para un viejo problema se une a otros tantos como el ciberacoso, el cibersuicidio o los sitios que promueven los trastornos de la conducta alimentaria.
El remedio a esta y otras enfermedades lo hemos repetido ya hasta la saciedad en este blog, educación sanitaria y calidad de contenidos. Una receta sencilla pero para la que siempre hará falta el esfuerzo de todos.
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