La historia empieza con Matthew Walzer, un adolescente afectado de parálisis cerebral, escribiendo una carta en el verano de 2012 a Nike. En esta carta contaba sus dificultades a la hora de anudarse las zapatillas y cómo esto le hacía sentirse dependiente e incluso avergonzado cuando eran sus amigos de clase quienes tenían que atarle los cordones. De la carta nació el hashtag #nikeletter, y desde Twitter llegó la respuesta de la empresa para trabajar con Matthew en unas zapatillas adaptadas.
El primer prototipo nació tras unos meses de trabajo con el equipo que crea diseños personalizados para los grandes atletas de élite en la NBA, los Juegos Olímpicos y primeros equipos de fútbol. Y tres años de trabajo después, hoy han puesto a la venta unidades limitadas de este modelo adaptado a personas con discapacidad motora.
Sea o no un ingenioso movimiento publicitario, lo cierto es que quienes conocemos a pacientes como Matthew sabemos de la importancia de cada pequeña victoria por la autonomía y es de agradecer que grandes empresas lo asimilen.
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