No todas las convulsiones son tan aparatosas como en las películas, con sacudidas de todo el cuerpo, babeo espumoso y caídas al suelo. Muchos pacientes afectos de epilepsia tienen dificultades para cuantificar el número de crisis que sufren y sin embargo esta es la base fundamental sobre la que se deciden los cambios de medicación, indicación de cirugía o realización de nuevas pruebas diagnósticas.
Los neurólogos son conscientes de este problema y están viendo cómo otras especialidades, como la Cardiología, se han lanzado al uso de los ponibles (wereables) para monitorizar a sus pacientes. Por ello la última reunión de la Academia Americana de Epilepsia ha contado con la presentación de un sistema de tres dispositivos enfocado a monitorizar al paciente epiléptico.
El primer dispositivo es un monitor de EEG (EEG Patch™) de unos 3x3 cm que registra la actividad eléctrica de una zona del cerebro de forma continua durante 7 días. El segundo, BrainSentinel™, colocado como un brazalete sirve para monitorizar la actividad eléctrica muscular (EMG) durante las convulsiones. Por último, una pulsera puede capturar la actividad convulsiva basándose en cambios en la frecuencia cardíaca, saturación de oxígeno en la sangre y la conductancia eléctica de la piel. Todos los dispositivos están en vías de ser evaluados para su aprobación por la FDA.
Si bien todos estos dispositivos se han diseñado de forma independiente, su presentación conjunta en esta reunión confirma un esfuerzo común en el ámbito de la investigación en eSalud que va dirigido a fortalecer al paciente a la vez que se mejora la capacidad del profesional para el manejo de la enfermedad.