En los países europeos la presencia de teléfonos y dispositivos móviles con capacidad para realizar videollamadas es bastante alta, lo que ha llevado a un grupo de investigadores a preguntarse si incorporar esta tecnología a las llamadas a números de emergencias mejoraría la supervivencia. Pero de momento se ha parado a valorar cómo afecta la videollamada al rescatador, a la persona que llama al 112 cuando se encuentra a un herido, o por ejemplo a un paciente con IAM.
Y parece que el método funciona, de momento sólo han desarrollado un pequeño ensayo aleatorizado (n=180) en el que simulaban un escenario de parada cardíaca durante 10 minutos1. Mientras que unos voluntarios (estudiantes de instituto) recibían consejos a través del teléfono con una llamada a una enfermera especializada en emergencias, el segundo grupo se conectaba mediante videollamada y seguía los mismos pasos.
La mayoría de los estudiantes prefirieron la videollamada, se sintieron más seguros y confiados ante la situación de emergencia, aunque la mayoría (~70%) había recibido entrenamiento en RCP antes del ensayo. Por si acaso, conviene recordar y tener bien presentes las últimas recomendaciones en cuanto a la RCP básica, ya que las videollamadas al 112 todavía podrían tardar unos años en aplicarse:
1. Video calls for dispatcher-assisted cardiopulmonary resuscitation can improve the confidence of lay rescuers – surveys after simulated cardiac arrest. Bolle, Stein R.; Johnsen, Elin; Gilbert, Mads, Journal of Telemedicine and Telecare, 17(2), 88-92, DOI: 10.1258/jtt.2010.100605
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