Una de las áreas en las que Telemedicina había dado resultados esperanzadores era en la monitorización de pacientes críticos dentro de las Unidades de Cuidados Intensivos. El principal motivo es el número cada vez menor de médicos intensivistas, por lo que los hospitales habían puesto sus esperanzas en la telemonitorización continuada. Los sistemas eUCI (eICU en inglés), que combinan sistemas de monitorización y transmisión de datos con una especie de puente de mando à la Star Trek en el que médicos y enfermeras especializadas vigilan a los pacientes de zonas con un déficit de este tipo de servicios.
Se calcula que aproximadamente el 10% de UCIs tienen sistemas avanzados de telemonitorización en los hospitales. Aunque los beneficios, una vez más, se esperan en zonas de baja densidad poblacional en la que no resultaría coste-efectivo instalar una UCI. Aunque aquí una vez más tropezamos con el motivo económico, serán necesarios estudios que demuestren que este tipo de atención sí es realmente eficiente y cumple con los criterios de calidad en la atención requeridos.
Además de las económicas, también hay motivaciones de seguridad clínica y del paciente. En este sentido, los estudios de cinco de las clínicas del sistema hospitalario Avera Health, fueron bastante positivos. Desde que instalaran su sistema de eUCI en 2004 han estado recogiendo datos que indican un menor tiempo medio de estancia tanto en la UCI (un día) como en los hospitales (dos días), lo que les habría ahorrado aproximadamente un millón de dólares -a fecha de 2009- en costes de transferencia de pacientes. Aunque claro está, el avance de las técnicas quirúrgicas incluyendo la laparoscopía y los avances farmacológicos, podrían explicar buena parte de este descenso.
Otro ejemplo de éxito en la aplicación de sistemas de eUCI lo encontramos en Omaha, Nebraska, con una compañía (Alegent Health) que ha intentado sacar todo el provecho posible a la introducción de nuevas tecnologías sanitarias. Aunque admiten problemas iniciales para conectar y transmitir datos entre sus sistemas de HCE y para crear un sistema de alertas. Una vez más salen a relucir los problemas de interoperabilidad, uno de los grandes lastres de la eSalud, ya que limita el uso de los datos y la seguridad del sistema.
Además de la interoperabilidad, el encargado de los sistemas tecnológicos de Alegent Health, destacaba hace unos años la importancia de trabajar con cada médico y enfermera de forma individual antes de incorporar este tipo de tecnologías, para lograr una aceptación total y una integración más cómoda.
En definitiva, la telemonitorización en UCI es posible a distancia pero se necesitan estudios que avalen su seguridad y eficiencia. La interoperabilidad es el principal obstáculo para implementar estos sistemas y también es necesaria una conexión potente para poder transmitir vídeo y audio en tiempo real. Y lo más importante, antes de instalar este tipo de sistemas, se debe contar con el apoyo del equipo de profesionales que van a usarlo y tener claro los objetivos que se esperan lograr.
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