Existen 39 millones de personas ciegas en el mundo. El 80% vive en países de bajos recursos y la inmensa mayoría no tendría por qué estarlo.
Así comienza Andrew Bastawrous a contar el viaje que le llevó desde el Reino Unido a Kenia. Allí tuvo la idea de diseñar una aplicación para smartphones que, asociada a un accesorio fabricado por impersión 3D permite que personas con entrenamiento básico sean capaces de diagnosticar a pacientes con ceguera. Y todo por menos de 4€.
El invento se llama Peek y como podéis ver en el vídeo, permite obtener imágenes bastante similares a las que se toman con equipos mucho más caros y complejos. Así que hecho el diagnóstico, está en nuestras manos poner el tratamiento.
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