La información nunca debería ser filtrada y Wikileaks no debería ser necesario. Pero hasta que los Gobiernos no apliquen las reglas de las transparencias adecuadas e informen a la sociedad sobre lo que hacen con los poderes y el dinero públicos, las filtraciones seguirán existiendo.
El derecho a la información diplomática, Helen Darbishire y Pam Bartlett. El País.