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Sanidad en Pantalla Táctil

El lanzamiento del iPad ha disparado el mercado de los ordenadores tipo tablet y este modelo también a llegado a la Medicina. Pero a pesar de su gran éxito el iPad tal vez no sea la mejor herramienta para utilizar en entornos sanitarios, más allá de la necesidad (o no) de incorporar este tipo de dispositivos a las consultas.

En primer lugar el iPad es táctil y ello conlleva contaminación. Si utilizamos un tablet deberíamos ser capaces de limpiarlo de forma fácil y segura, del mismo modo que los teclados del ordenador de una consulta deberían ser limpiados con relativa frecuencia, algo que lamentablemente no se hace. El iPad es un dispositivo bastante compacto y bien fabricado, sin embargo las posibilidades para limpiarlo son bastante escasas.

Además el iPad no está especialmente desarrollado para el manejo de Historia Clínica Electrónica o imágenes DICOM y depende por completo de aplicaciones externas para estas funciones. Por no hablar de lo imposible que resulta modificar aunque sea mínimamente su sistema operativo para adaptarlo a las necesidades de cada servicio.

Todo lo anterior ha hecho que las empresas ya veteranas en el entorno de la informática sanitaria hayan decidido lanzar su propia gama de pantallas y ordenadores táctiles. Pocos días después del lanzamiento del iPad ya hicimos una pequeña revisión de CliniScape y ProScribe las apuestas de Barco para lanzarse a por el mercado de la mHealth. Y el mercado ha seguido creciendo.

Tanto ha crecido el mercado que ya no se trata sólo de pequeños ordenadores tipo tablet, existen mesas táctiles sobre las que pueden realizarse autopsias virtuales. Por ejemplo la mesa de Sectra que permite visualizar y manipular imágenes de TC y RMN así como sus representaciones tridimensionales, seleccionando tejidos y órganos de forma individual.



Y no son los únicos, Wacom también ha empezado a probar sus sistemas en entornos clínicos, por ahora centrándose sobre todo en radiología, pero con posibilidades de hacer realidad ese sueño de hospital sin papeles como podéis ver en la presentación de sus productos durante la reciente reunión de radiólogos estadounidenes (RSNA 2010). Utilizando un bolígrafo electrónico se puede interactuar con las pantallas, rellenar informes, pedir pruebas, crear anotaciones sobre las imágenes, etc.



Lo que sigo lamentando es que todos estos dispositivos sigan dependiendo de sistemas operativos cerrados y altamente restrictivos que impedirá a cada centro adaptarlos a las necesidades que debe cubrir. Porque lo importante sigue siendo que incorporar estas herramientas sirva para mejorar la asistencia y el trabajo de los médicos, no para crearles nuevas complicaciones en su trabajo.

1 comentarios:

  1. Contaminación, nada nuevo bajo el sol, incluso el papel y el boli de siempre han estado sujetos a las mismas condiciones que la pantalla de cualquier dispositivo, no? así que no lo cuento.
    No especialmente desarrollada, de acuerdo, pero lejos de ser una desventaja creo que es un acierto, ahora solo hay que ir desarrollando las aplicaciones externas que permitan usar (en cada caso) lo que necesitemos. Aplicaciones externas de desarrollo libre y a medida para cada caso, un mercado en el que solo las mejores sobrevivirán. En el resto de sectores esa idea está funcionando muy bien, por qué no en sanidad?
    Además, es la misma herramienta en manos de médicos y pacientes, es decir que el paciente pagará (si no ha pagado ya) para estar en igualdad de condiciones con su clínico y poder prolongar su relación más allá de los limites temporales y físicos de la consulta.
    En definitiva, aunque los veteranos en esto traten de imopedirlo con expectaculares aplicaciones superespecialidades y con permiso de la confidencialidad y barreras de seguridad, el futuro del día a día de la clínica se tomará en tabletas y creo que no pasará mucho para que lo veamos.

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