En algunas personas infectadas con VIH, una variación en la proteína HLA-B (que podéis ver en la imagen) ayudaría a bloquear el virus al unirse fuertemente a un fragmento del VIH (centro de la imagen) que luego presenta a las células del sistema inmune para que puedan reconocerlo y eliminarlo.
Estos individuos que consiguen mantener a bajo control al virus del SIDA sin necesitar tratamiento antiretroviral fueron llamados controladores de élite. Los estudios realizados con estos pacientes han ayudado a comprender los mecanismos de defensa naturales del organismo para evitar la aparición del SIDA. Si llegamos a comprender cómo funciona el organismo de los controladores de élite y qué es lo que les protege, tal vez podamos aplicar estos conocimientos a la síntesis de vacunas o fármacos más selectivos y agresivos.
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