No, no es que nos hayamos pasado al lado oscuro, resulta que leyendo sobre el Síndrome de Cotard me he topado con una noticia publicada en Diario Médico el año pasado.
Resulta que desde hace 40 años están aumentando los casos de posesión diabólica y trance, sobre todo en algunos países en donde permanecen arraigados culturalmente, tal es el caso de Brasil o Haití.
En estos países, y algunos más (sobre todo en regiones de África), la denominada magia negra y el vudú alcanzan el estatus de religión. Asociado a todo este mundo de magia y espiritismo, la población local vive en un nuevo renacimiento de las prácticas satánicas que la ciencia ha logrado soterrar en nuestra cultura occidental.
Desde hace 500 años a fuerza de ciencia y razón, los casos de posesiones y exorcismos en occidente han caído en picado. Los endemoniados pasaron a ser enfermos y los exorcismos ya no los practica el clérigo sino el psiquiatra.
El resurgimiento de estas patologías nos lleva de vuelta a las épocas en las que prevalecían el pensamiento mágico y el empirismo más absoluto, tal vez no de manera tan evidente entre los países más desarrollados pero desde luego que están ahí.
En la literatura médica podemos encontrar hasta 24 enfermedades arraigadas profundamente en zonas de Asia, África y Latinoamérica entre otras. Los síndromes de Otelo, Cotard, Ekbom, la folie a deux... mejor será aprendernos bien los nombres porque parece que están resurgiendo.
Enfermedades raras. Primera parte de nuestra lista
TDAH. Monográfico.
La telepatía no existe. Primera parte.
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