La Historia ha otorgado a los sueños un poder cuasimágico de premonición o de clarividencia. En ese sentido, los antiguos egipcios representaban los sueños con la misma raíz etimológica que "estar despierto" ya que según cre yeron, los sueño s abrían nuestros ojos, nos permitían recibir mensajes divinos. Así se recoge en la Biblia en la historia de José y el faraón.
Los egipcios se ejercitaban para controlar los sueños y dirigirlos a su antojo. Llegaron a tal punto que los considerados "soñadores experimentados" trabajaban como videntes, espías, telepatas e incluso asistieron al faraón en cuestiones políticas, militares y de estado; proporcionando una "red de comunicación mental" entre templos y centros administrativos distantes.
Sin embargo, hoy en día, la mayoría de los expertos coinciden al definir el sueño como un estado fisiológico y parcialmente voluntario de inconsciencia durante el cual se producen un conjunto de fenómenos y experiencias psíquicas fruto de la reelaboración de experiencias vividas y fijación de la memoria.
De modo que durante el acto fisiológico del sueño entendido como dormir, el cerebro no descansa ni un ápice, tan solo modifica su manera de trabajar.
Durante las horas de sueño, el cerebro deja de lado todos los procesos encargados de la percepción exterior, imaginemos que todos nuestros sentidos entran en standby y esa capacidad que antes empleábamos en prestar atención a nuestro entorno y a interactuar con él pasan a utilizarse con otros objetivos.
Una de las teorías más aceptadas por la comunidad científica -que no definitiva-, es que durante la fase de REM del sueño, el cerebro procesa la información obtenida y elaborada mientras estábamos despiertos clasificándola y permitiendo su almacenamiento en la memoria a largo plazo.
De modo que entre otras propiedades, el sueño y más concretamente la fase REM del sueño se encarga de fijar los recuerdos y los conocimientos adquiridos.
Sigmund Freud intentó retomar la interpretación de los sueños desde un punto de vista racional a principios de s. XX ya que consideraba que durante esas horas en las que soñamos, nuestra mente deja de estar sometida al "yo". Tal y como él lo dijo "el yo no es el señor de su propia casa". Tropezó con una resistencia lógica a tales ideas, aunque no negaba el hecho de que los "residuos diurnos" o partes de la memoria atrapadas en el subconsciente durante la jornada fueran responsables de los sueños.
La fama lograda por el psicoanálisis elevó a la palestra la interpretación de los sueños en miles de consultas a lo largo y ancho del globo. Sin embargo, las crecientes críticas contra esta práctica han puesto en entredicho el ejercicio de interpretación de los sueños.
La comunidad científica rechaza el psicoanálisis y lo cataloga como pseudociencia pues las afirmaciones en las que se basa nunca han sido demostradas de manera irrefutable y sus construcciones metapsicoanalíticas carecen de bases empíricas o científicas (para saber más sobre psicoanálisis recomiendo la completísima entrada de la Wikipedia al respecto).
De modo, que aunque el mensajero ha muerto, el mensaje perdura y hoy en día una parte importante de la sociedad considera la interpretación de sueños como una práctica veraz.
Las áreas cerebrales que controlan la vista, el oído, el olfato, el gusto, el tacto, el equilibrio y los movimientos corporales se hallan activas durante la fase REM tal y como comprobó el profesor Charles Hong. Es decir, durante los sueños estamos viviendo una realidad ciertamente convincente apoyada en todos nuestros sentidos, de ahí que la sensación de sofoco y agitación al despertar de una pesadilla tarde algunos minutos, e incluso horas en desaparecer.
Al más puro estilo Matrix nos sumergimos en una realidad paralela controlada por nuestro cerebro y nuestros recuerdos. Algunas corrientes defienden que el sueño es el "brain training" natural de nuestra mente que se ejercita cada noche activando sinapsis neuronales y realizando descargas eléctricas. Pero sin duda la teoría más ampliamente aceptada a día de hoy es la de reelaboración de recuerdos.
Los egipcios se ejercitaban para controlar los sueños y dirigirlos a su antojo. Llegaron a tal punto que los considerados "soñadores experimentados" trabajaban como videntes, espías, telepatas e incluso asistieron al faraón en cuestiones políticas, militares y de estado; proporcionando una "red de comunicación mental" entre templos y centros administrativos distantes.
Sin embargo, hoy en día, la mayoría de los expertos coinciden al definir el sueño como un estado fisiológico y parcialmente voluntario de inconsciencia durante el cual se producen un conjunto de fenómenos y experiencias psíquicas fruto de la reelaboración de experiencias vividas y fijación de la memoria.
De modo que durante el acto fisiológico del sueño entendido como dormir, el cerebro no descansa ni un ápice, tan solo modifica su manera de trabajar.
Durante las horas de sueño, el cerebro deja de lado todos los procesos encargados de la percepción exterior, imaginemos que todos nuestros sentidos entran en standby y esa capacidad que antes empleábamos en prestar atención a nuestro entorno y a interactuar con él pasan a utilizarse con otros objetivos.
Una de las teorías más aceptadas por la comunidad científica -que no definitiva-, es que durante la fase de REM del sueño, el cerebro procesa la información obtenida y elaborada mientras estábamos despiertos clasificándola y permitiendo su almacenamiento en la memoria a largo plazo.
De modo que entre otras propiedades, el sueño y más concretamente la fase REM del sueño se encarga de fijar los recuerdos y los conocimientos adquiridos.
Sigmund Freud intentó retomar la interpretación de los sueños desde un punto de vista racional a principios de s. XX ya que consideraba que durante esas horas en las que soñamos, nuestra mente deja de estar sometida al "yo". Tal y como él lo dijo "el yo no es el señor de su propia casa". Tropezó con una resistencia lógica a tales ideas, aunque no negaba el hecho de que los "residuos diurnos" o partes de la memoria atrapadas en el subconsciente durante la jornada fueran responsables de los sueños.
La fama lograda por el psicoanálisis elevó a la palestra la interpretación de los sueños en miles de consultas a lo largo y ancho del globo. Sin embargo, las crecientes críticas contra esta práctica han puesto en entredicho el ejercicio de interpretación de los sueños.
La comunidad científica rechaza el psicoanálisis y lo cataloga como pseudociencia pues las afirmaciones en las que se basa nunca han sido demostradas de manera irrefutable y sus construcciones metapsicoanalíticas carecen de bases empíricas o científicas (para saber más sobre psicoanálisis recomiendo la completísima entrada de la Wikipedia al respecto).
De modo, que aunque el mensajero ha muerto, el mensaje perdura y hoy en día una parte importante de la sociedad considera la interpretación de sueños como una práctica veraz.
Las áreas cerebrales que controlan la vista, el oído, el olfato, el gusto, el tacto, el equilibrio y los movimientos corporales se hallan activas durante la fase REM tal y como comprobó el profesor Charles Hong. Es decir, durante los sueños estamos viviendo una realidad ciertamente convincente apoyada en todos nuestros sentidos, de ahí que la sensación de sofoco y agitación al despertar de una pesadilla tarde algunos minutos, e incluso horas en desaparecer.
Al más puro estilo Matrix nos sumergimos en una realidad paralela controlada por nuestro cerebro y nuestros recuerdos. Algunas corrientes defienden que el sueño es el "brain training" natural de nuestra mente que se ejercita cada noche activando sinapsis neuronales y realizando descargas eléctricas. Pero sin duda la teoría más ampliamente aceptada a día de hoy es la de reelaboración de recuerdos.
Nos gustaría contribuir al debate y divulgación sobre el trabajo con los sueños a través de nuestro blog de psicoterapia y desarrollo personal www.asociacionsol.com
ResponderEliminarTambién hemos posteado un artículo en meneame (http://www.meneame.net/story/ese-no-soy-yo-decimos-cuando-algunos-aspectos-nosotros-no-nos) y fresqui (http://fresqui.com/actualidad/otros/ese-no-soy-yo-decimos-cuando-algunos-aspectos-de-nosotros-no-nos-gustan/26593#) donde se puede debatir
un saludo
Muchas gracias por vuestra aportación, es un tema muy interesante y sobre el que hay mucho que estudiar.
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